Esta entrada va dedicada a un gran actor que ha encarnado el personaje del villano de la saga más divertida y mágica que existe para los niños: Alan Rickman, más conocido como Snape.
Murió en Londres el pasado 15 de enero a los 69 años por un cáncer.
Snape ha sacado de mí miedos, angustia, un poquito de odio y al final una sonrisa, lágrimas de emoción y tristeza por su pérdida.
No sólo me entristeció su muerte cuando leí Harry Potter sino que ahora he vivido también la muerte de quien lo interpretó.
Cuando leí Harry Potter por primera vez, no había visto las películas y me imaginaba al personaje muy muy parecido al actor que lo representa. Eso me gustó mucho porque siempre es agradable que las películas de cine sean fieles a los libros que lees.
Para quien no haya leído la saga de Harry Potter:
Te la recomiendo fervientemente, no te quedes sólo con lo que has visto en las películas porque te pierdes muchas aventuras y hechizos.
De esta novela es impresionante todo: la autora, los personajes, el argumento, la evolución de la historia...
Creo sinceramente que JK Rowling ha sacado con sus libros la magia que todo niño tiene en su interior.
Un saludo, Yael.
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